domingo, 16 de diciembre de 2012

→ What I really meant to say.






El ser gallega no significa que me guste el frío, la humedad y la lluvia. No. El hecho de estar acostrumbrada a pasar frío a todas horas y tener la humedad metida en el cuerpo todo el día no significa que me guste. Simplemente tengo que vivir con ello, no hay más. ¿Que si me gustaría vivir con un clima más cálido? Claro, y menos húmedo también, o ¿os creéis que me gusta tener los pies fríos día tras día? A nadie le gusta. Pero para mí ya se ha convertido en rutina, en mi día a día. Te levantas perezosa de la cama, poco a poco tu cuerpo empieza a perder grados y más grados. A pesar de eso te vistes, desayunas, te lavas la cara, los dientes, te peinas y sales con tu mejor sonrisa de casa, a pesar de que es lunes y vas dirección al instituto. Vas con una blusita, una chaquetita y unas converses rogando que por favor, por favor no haga demasiado frío. Sales de casa y ¿con qué te encuentras? Con el día más frío de tu vida. Sí, mi día a día. Ah, y no hablemos ya de eso que solo veo que me pase a mí, llegar a casa hecha unos zorros. Sales de casa perfecta entre comillas esperando que al volver sigas igual y cuando te das cuenta, 10 minutos después, ya pareces un mapache. Repito, ser gallega no quiere decir que te guste el frío.

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