sábado, 15 de diciembre de 2012

→ Never had much faith in love or miracles.






Me encantan esos días en los que rebuscas y rebuscas en tu armario o incluso en el de tu madre y encuentras prendas de las que te enamoras instantáneamente. Suelen ser cosas especiales que cuentan su propia historia, y como tales, tienen un final abierto esperando a que continúes la historia. A pesar de todo esto hoy no ha sido de esos días, aunque he tenido todo el tiempo del mundo para hacer cualquier cosa. Todo el tiempo del mundo. Exacto, la rutina se acaba poco a poco, ya no nos queda nada para terminar.

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